Gracias manada querida, tu abrazo se multiplica con el viento. La intensidad del amazonas me remeció en lo profundo, mi pecho se abrió con dolor y volví, volví al origen. Me reencontré con mis abuelos, mis padres, la tierra de mi pies y el fuego de mi pecho se agitó con fuerza pidiendome que abra mis manos, que entregue mi mirada, mi palabra, mi beso, mi alma.
te amo desde lo más hondo!

Pasatiempo

Me gusta fisgonearte, seguir a la distancia tu huella extraviada. Desde mi esquina invento tu aroma para presentir los secretos y rebusco entre tus murallas el espacio que cuela el haz de luz que, sin querer, se te escapa.

Miedo

Me pasa que tengo miedo,
Miedo de las sombras, de tu sombra.
La falta de luz me agobia,
Me deja petrificada
Congela mis huesos y los músculos de mi cara.

Me acosa la incertidumbre,
Agazapada me espera a la vuelta de la esquina
De a poco va borrándome, a pedazos me desparrama.

Ya no sé quién soy,
No sé nada.
Se me olvida que tengo manos hermosas
Tibias, tejedoras, guitarreras, dibujante de rutas leves.

Olvido mi rostro, mirada destellante frente al milagro de la palabra
oído adivinador de acordes y voces dulces
Olvido mi cuerpo, mujer bella, danzante,
Loca de remate lanzando llamaradas.

Sereno

Desentumecen mis dedos
cada cuerda que acaricio,
sus sonidos son auspicio
de una calma sin recelo.
Así relevo mis miedos
y desahogo mi pecho,
la algarabía deshecho
para traer un gran sosiego,
como caricia de cielo
o como soplo de viento.